Cuervos

De tamaño grande con plumaje negro de visos pavoneados y pico fuerte, en las islas pobladas por pájaros del Ártico y en las costas de Groenlandia, los cuervos, como la gaviota ladrona, se alimentan de los huevos de otras aves marinas. En las estepas y zonas semidesérticas de África, planean en las alturas, como los buitres, en busca de carroña. En los territorios agrícolas de Norteamérica, Europa y Asia, comen, como los halcones y ratas ratoneras, ratones, insectos y pájaros pequeños.

Durante la Antigüedad y el Medievo, los cuervos descubrieron que podían alimentarse de cualquier cosa que colgara de los árboles, por lo general de los ahorcados, a los que no vacilaban en atacar cuando quedaban vivos en la horca. A eso se debe que el cuervo o grajo se convirtiera en un ave siniestra, un “pájaro de mal agüero o de patíbulo”.

Para los antiguos germanos el cuervo simbolizaba el más allá y lo adoraban como al ave de Wotan. Ésta fue una razón de más para que los cristianos, que comenzaban a extenderse por el centro de Europa en el siglo IX, le atribuyeran tan mala fama a ese embajador negro de los dioses paganos, que siempre fue detractado por boca del pueblo. El refrán de “cría cuervos y te sacarán los ojos” data de esos tiempos.

Además de esta característica tan diferenciadora, lo cuervos poseen otras que los hacen casi únicos entre las aves. Por ejemplo, son de costumbres monógomas muy pronunciadas. Si se muere uno de los miembros de la pareja, el superviviente no vuelve a unirse a otro. Además de compañeros fieles más allá de la muerte, los científicos aseguran también que los cuervos son unos padres excelentes y que están dispuestos a cualquier sacrificio por sus hijos. Es más, los señalan de los mejores padres entre las aves. Pero no dicen los etólogos si también están dispuestos a sacrificarse por sus padres. Me temo que no.

El cuervo está considerada como el ave más evolucionada del orden de los pájaros y eso tendremos ocasión de comprobarlo en los días que vienen por lo que está pasando en el estado norteamericano de Florida. Hay allí un grupo de cuervos que, cual niños cantores (Fernando Rodríguez dixit), están a punto de cantar armoniosas melodías que mucha gente espera oír, sobre todo en Argentina y Venezuela. Claro que los cuervos graznan y no cantan, pero esta especie ha optado por lo segundo, según dice la prensa. Ésta también señala que alguno se volvió chivo expiatorio, que ni canta ni grazna, sino que bala.

Pichones que aprendieron a volar alto temprano, ahora tienen la oportunidad histórica de balar, graznar y cantar... o pasar ¡15 años de sus vidas en una prisión del Imperio!

carloshjorge@hotmail.com

Publicado por TalCual, pág. 21, el 12 de Marzo de 2008
Publicado nuevamente el miércoles 9 de abril de 2008, pág. 21.

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