jueves, 17 de julio de 2008

Artistas hermafroditas




Y también mártires y testigos, sobre todo si son adolescentes y jóvenes. Tal prodigio resulta de considerar que género es lo mismo que sexo.

Con el término génos se designa en griego tanto al término gramatical género como el sexo de los seres vivos. La misma doble significación la tiene el vocablo alemán Geschlecht. Pero el castellano género, como el inglés gender, significa exclusivamente género gramatical.

Si esto es así, puede entenderse que la preferencia del masculino sobre el femenino de la segunda regla de la concordancia, según el ordenamiento de Andrés Bello, no es una manifestación machista. Decimos, en este sentido, que Antonio y Luisa son venezolanos del mismo modo que hablamos de problemas y preguntas muy dificultosos en el examen. De manera análoga, si concurren personas verbales diferentes para concordar con el verbo, la segunda es preferida a la tercera, y la primera a todas, como en tú, él y yo leemos el artículo. No se trata de egoísmo.

“La solidaridad femenina y la lucha del género por las aberraciones del poder no son nuevas”, escribió en estos días un periodista. Lo nuevo es este uso de género. Si aceptamos la confusión, tendremos entonces, además de palabras hermafroditas como las citadas, otras que son homosexuales: ruiseñor y grillo, criatura y persona, y hasta travestis. Así, clima, día y panorama tienen cuerpos de macho vestidos de hembra, mientras que mano y nao se visten de macho en cuerpos de hembra.

Para distinguir personas, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela habla de extranjeros y extranjeras, venezolanos y venezolanas, ciudadanos y ciudadanas, electores y electoras, funcionarios y funcionarias, gobernadores y gobernadoras, alcaldes y alcaldesas, diputados y diputadas, ministros y ministras... Claro que uno se pregunta: ¿Por qué los nombres masculinos van primero? ¿Por qué se dice el Consejo de Ministros? ¿A las ministras les quitaron la facultad de dar o recibir consejos? ¿Y qué hacemos con representantes, integrantes y solicitantes?

Según la prensa, la misma comisión de estilo que redactó la Constitución redactará las formas burocráticas de la UCV. Habrá, entonces, investigadores e investigadoras, profesores y profesoras, empleados y empleadas, todos y todas de primera, y estudiantes. Éstos y éstas van a tener que vivir indiferenciados e indeferenciadas ¿Acaso no tienen, ellos y ellas, derechos?

En serio, ¿además de vencer las sombras, esta nueva casa quiere también destrozar la gramática?


carloshjorge@hotmail.com
Publicado por TalCual, con ilustración, pág. 15, el 1º de julio de 2004.

Nota. Este artículo causó mucho escozor a las feministas de la UCV, con carta y todo a la Dirección de Tal Cual.
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