Amigo lector, esta es una de ocho entradas que componen un libro.
En la VI encontrarás el índice.
Carlos H. Jorge
La tesis filosófica de grado o
postgrado
(y de humanidades, en general)
In memoriam,
para Carmen y Pepe
¿Por qué Carmen y Pepe? Mis hermanos nunca necesitaron elaborar, presentar
ni defender una tesis. No tuvieron
estudios de segundo, de tercer ni de cuarto nivel. No necesitaron más estudios
que los que tuvieron… y no les fue mal en la vida. Pero si hubieran elegido una
carrera humanística, como fue mi caso, de seguro agradecerían unas indicaciones
que les ayudaran a elaborarla, guía ilustrada con muchos ejemplos tomados de
filósofos y tesistas.
Pero no sólo de indicaciones.
Esta obra es un manual y… no tanto. Al lado de la guía que pretende ser, este
libro es una expurgación crítica de manuales y de requisitos de algunas
instituciones educativas. El lector debe entender que no le va a servir en
aquellas situaciones en las que se le exija todo aquello que aquí se niega. El
autor, en este caso, le recomienda los manuales ad usum y… ¡buena suerte!
¿Por qué un antimanual? Por varias experiencias. En primer
lugar, por la experiencia de jurado del doctorado en Educación en la
Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL), núcleo de Maracay, Venezuela.
En varias ocasiones el autor comprobó cómo magníficos trabajos de investigación
iban a ser leídos por no más de diez personas, cuando perfectamente hubieran
sido publicables en México, Perú, Buenos Aires o Madrid… si hubieran sido
presentados de otra manera. Generalmente los editores del mundo andan detrás de
tesis doctorales por su originalidad y profundidad en la investigación del tema.
Pero, en este caso, eso no sucede. Una tesis que siga el manual vigente en esa
universidad de seguro será aprobada… por esa universidad, pero no tendrá más
lectores que los estrictamente requeridos para evaluarla o por aquellos, de esa
institución, que la tomarán de modelo… por obligación.
La segunda experiencia fue la habida en la Universidad
Católica Santa Rosa (UCSAR) y tiene que ver con la carrera de Filosofía. De ahí
el título de la obra: porque cubre una necesidad de esta universidad y porque,
paralelamente, puede servir de guía para otras instituciones educativas.
Durante varios años el autor advirtió que los alumnos de Filosofía terminaban
el estudio de las materias de la carrera, pero en los actos de graduación no
había licenciados en Filosofía. ¿A qué se debía el fenómeno? Fundamentalmente,
por los requisitos exigidos para graduarse, esto es, el último: el trabajo de
grado. Fue entonces cuando el Director de la Escuela Henry Leal me pidió
abordar el asunto y preparar una conferencia, que dicté en la universidad el 24
de febrero de 2011 con el título de Modos
de presentar una tesis filosófica y que el lector verá aquí y allá a lo
largo de esta obra.
Posteriormente, a partir de la experiencia del dictado de
la materia Seminario de Trabajo de Grado en la Universidad Católica Andrés
Bello (UCAB), Escuela de Filosofía y Maestría en Filosofía, y en la propia
UCSAR, decidí comunicar mis investigaciones y reflexiones sobre el asunto, al
igual que a Umberto Eco el conocimiento acumulado en la elaboración de su tesis doctoral sobre
Santo Tomás de Aquino le sirvió de motor para publicar su estupenda Cómo se hace una tesis.
Esta obra busca abrir fuentes de
productividad y creatividad en los
trabajos de grado en Filosofía. Espero que la UCSAR y otras instituciones permitan y premien la investigación y la
creación. Que hagan posible que cada alumno pueda elegir el modo de expresión
que considere más pertinente. Si los filósofos de todas las épocas nunca
tuvieron en cuenta los límites a la forma expresiva, ¿por qué habría de
ponérselos a los que empiezan a filosofar? Platón inventó la prosa filosófica y
Vico es modelo de la imaginación más desbordada. Y a nadie se le ocurre
criticar su expresión.
Quedo en deuda de gratitud con Mónica Ayala, José Escalona,
Yorbis Esparragoza, Michel La Cruz,
Alejandro Morón, María A. Ramírez, Guillermo D. Mosquera, Ildemaro Pérez y J.J. Rosales por haberme
permitido ilustrar la obra con la publicación de fragmentos de sus trabajos
académicos.
San Bernardino, agosto de 2017
Para comenzar por el comienzo, entendámonos sobre los
términos. Por tesis de grado vamos a suponer un escrito de 80 a 150 páginas, si
es pequeño, o de más de 300 si es de alguien que escribe primero y piensa
después. Ese escrito suele ser exigido por algunas instituciones educativas
para que su autor pueda solicitar un papel que lo acreditará como profesional
competente en la materia sobre la que versa la tesis. Pero una tesis no es un
escrito cualquiera. Como ninguno, posee una serie de características que lo
distinguen a distancia de cualquier otro escrito. Veamos.
Está, en primer lugar, atado a un sinfín de requisitos
formales que le paran los pelos al más pintado. Entre otros, debe ser en papel
blanco, tamaño carta. Todo el trabajo estará impreso con tinta negra en el
mismo tipo de letra y tamaño, generalmente Arial o Times New Roman 12, excepto
los gráficos y anexos, donde se puede utilizar otro tipo de letra y de otro
tamaño. No se puede usar subrayado; en su lugar, se emplea letra cursiva o
letras en negritas para resaltar los títulos y la información especial. Es
requisito, también, el espaciado 1,5 de interlineado para a) separar las líneas
de los párrafos; b) entre párrafos; c) después de los títulos de cada capítulo,
y d) después de los subtítulos. Sin embargo, se usará interlineado sencillo
para 1) el índice general y los índices de tablas y gráficos; 2) citas
textuales mayores de 40 palabras; 3) títulos que ocupen más de una línea; 4)
materiales de referencias (bibliografías); 5) el resumen o abstracto. El
interlineado doble debe emplearse antes y después de los cuadros y gráficos.
Para los títulos y subtítulos se utilizan niveles. Así, nivel 1: capítulos y
títulos en mayúsculas, centrados con negritas; nivel 2: subtítulos en
minúsculas, a la izquierda contra el margen y con negritas; nivel 3: subtítulos
del nivel 2 con sangrías; nivel 4: subtítulos del nivel 3 sin negritas; igual
para niveles subsiguientes. Los márgenes que se van a usar están sujetos a las
siguientes medidas, desde el borde de la hoja: 1) lado superior: 4 cm; 2) lado
inferior: 3 cm; 3) lado izquierdo: 4 cm; 4) lado derecho: 3 cm. El tamaño de
las sangrías es de 5 espacios: a) en la primera línea de cada párrafo; b) en la
primera línea de las citas textuales mayores de 40 palabras; c) en la primera
línea del resumen. Deben comenzar en una nueva página: a) las partes
principales; b) los capítulos; c) los anexos; d) las conclusiones y
recomendaciones...
(Permítame, lector, adoptar el papel de abogado del diablo
y contra argumentar diciendo que ¡menos mal que existen esos requisitos, porque
así pueden leerse los escritos académicos en castellano y no en algún idioma muerto que se emplearía si no los
hubiera¡).
Detengamos la retahíla de requisitos porque es larga la
lista. Usted deberá consultarlos en su institución académica. Ha de tener en cuenta
lo señalado por Raúl BIORD que decía que someterse a un trabajo de grado supone
aprender reglas de juego y comportarse según ellas. Su obra nos recuerda una
gran cantidad de constitutivas y otra gran cantidad de reglas regulativas.
Volveremos más adelante sobre estas porque debemos ahora echarle una ojeada,
así sea a vuelo de pájaro, a otra característica distintiva habitual de una
tesis.
En efecto, otro autor recuerda que la tesis “se redacta de
un modo impersonal o en tercera persona”. Carlos Sabino, gran entendedor de la
materia, aborda el asunto cuando habla del sujeto gramatical y sugiere que “el
tesista o investigador consulte al respecto con las normas formales de
presentación que pueden existir en la institución ante la cual ha de discutir
su trabajo”. El prudente consejo tiene que ver con el hecho de que si esa consulta
no se hizo, el tesista puede encontrarse con “desagradables sorpresas
posteriores”. No cabe duda de que esta es una de las características más
antisocráticas que puede tener una tesis filosófica entre nosotros. No sólo
reconoce que el sujeto que habla no tiene rostro sino que tampoco tiene importancia.
Importa, solamente, el aspecto de la función que cumple.
Relacionada con este requisito –al menos en su espíritu
castrador- está la obligación de no emplear un modo de expresión que haya sido
propio de filósofos. Yo propongo - aunque no le aconsejo que me siga en esto el
lector- un modo de expresión que sea acorde con el método más especial aplicado.
La mayor parte de las tesis son recetas de cocina que incluyen una ilustración
de un plato ya elaborado. Yo propongo volver a Platón. Aunque no compartan
muchas de sus ideas, todos los lectores están de acuerdo con el profundo
dramatismo de su expresión. Quiso ser autor dramático en su juventud. Ante los
resultados adversos obtenidos, pensó cambiar de profesión. Pero encontró a
Sócrates y no la cambió. Sólo cambió el mythos
por el logos como objeto de sus
obras, e incluso no completamente. Todos saben del uso impenitente de mitos
para ilustrar el logos.
Propongo, entonces,
dramatizar las ideas problemáticas de la tesis. Algunos emplearán el diálogo
como Platón, Cicerón, Berkeley o Hume, paro no citar sino a grandes; otros, la
narración; los de más allá, la descripción. A Montesquieu le iba bien el estilo
epistolar y a Montaigne, el ensayo. Alguien puede reservarse la intimidad del
diario, imitando a Kierkegaard. No faltará quien prefiera el estilo aforístico
como Nietzsche o el confesional de San Agustín y Rousseau, y, por qué no, el
modo geométrico spinoziano, con definiciones, axiomas y teoremas, lemas y
postulados, apéndices y corolarios, o la manera escolástica con sus
innumerables distingos. No son malos modelos para seguir. Si algo es
característico de la Filosofía es la variedad inmensa de modos de expresión. En
todo caso, no debe castrarse la forma creadora que más se ajuste al hacer Filosofía
de cada quien. Lo que importa es que sea Filosofía. Buena Filosofía... si es
posible. También una tesis filosófica puede ser de buena Filosofía
Pregunta: ¿Cómo se hace una tesis? Respuesta: De eso no hay.
Objeción: Pero, escritor, ¿cómo puede decir usted eso si yo he leído unos
cuantos manuales con ese título? Aclaración: Es cierto, pero lo que afirmo
también lo es. Me explico: como usted señala, se pueden conseguir en las
librerías muchas obras que le aseguran a usted la elaboración y presentación de
una tesis, pero, en realidad, no le echan el cuento completo. Seguramente usted
aprenderá algunas cosas importantes en esas obras sobre una tesis, pero no
aprenderá lo principal. Porque de eso no hay nada escrito (que este autor sepa).
Más claro: una tesis es de Física, Química, Matemáticas, Sociología,
Psicología, Ingeniería electrónica o de la computación, Educación o Filosofía.
En otros términos, cada disciplina exige
su tesis. No hay tesis en general sino en particular. Por eso este manual se va
a ocupar de la tesis filosófica, a la vez que va a criticar esa manera de hacer
tesis en general. Veamos lo que
propone una institución educativa:
Esquema tentativo del Diseño del
Proyecto de Trabajo de Grado
-
Portada de
Identificación
-
Título tentativo
-
Índice General
-
Introducción
CAPÍTULO I: EL PROBLEMA
-
Descripción o
planteamiento del problema
-
Formulación del problema
-
Objetivos generales
-
Objetivos específicos
-
Justificación de la
investigación
-
Delimitación del
Problema
-
Hipótesis (si procede)
CAPÍTULO II: EL MARCO TEÓRICO O REFERENCIAL
-
Antecedentes de la
Investigación
-
Bases Teóricas
-
Definición de términos
básicos
-
Sistema de Hipótesis (si
procede)
-
Sistema de Variables
CAPÍTULO III: METODOLOGÍA
-
Descripción general del
tipo de investigación que se va a realizar
-
Estrategia y planes de
trabajo
-
Población o universo y
muestra (si procede)
-
Los Instrumentos
-
Técnica de recolección
de Datos
-
Técnica de Procesamiento
y Análisis de los Datos
CAPÍTULO IV: ASPECTOS ADMINISTRATIVOS
-
Recursos Humanos,
Materiales, Financieros
-
Tiempo
-
Cronograma de
Actividades. Diagrama de Gantt
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
ANEXOS
Del
Diseño de Proyecto y Trabajo de Grado,
p. 5. UCSAR, tomado de la página en línea: escuelafilosofiaucsar.wordpress.com.
Según yo veo el
asunto de las tesis generales, los
autores de esas obras que se pueden adquirir en las librerías vienen de las
ciencias sociales. Pero la Filosofía no
es una ciencia social. Seguramente podríamos discutir durante muchas horas
tratando de establecer la naturaleza de la Filosofía y, mucho más, cuando
tratáramos de definirla. No es este el lugar ni el momento de tal discusión.
El título de la obra: La
tesis filosófica de grado o de postgrado (y de humanidades, en general) trata
de lo que su título describe. Ni más ni menos. Pretende ser un manual, con los
matices del caso, para elaborar un trabajo de grado o postgrado de Filosofía
(y, por extensión, en la forma únicamente, de otras disciplinas humanísticas).
La obra consta de cuatro capítulos, una especie de epílogo
y un anexo (pobre) bibliográfico por la sencilla razón de que el autor se ha
basado en su propia experiencia y en sus reflexiones para elaborar la obra. En
otros términos, este libro es muy personal y poco erudito.
El primer capítulo trata de la investigación, para los
casos en los que el tesista haya decidido investigar. Si el camino para la
elaboración y presentación de la tesis es otro, esta parte de la obra se puede
dejar de lado. En este capítulo se aborda el asunto de la elección del tema, las
fuentes primarias y secundarias, los instrumentos de la investigación y de los
métodos, tanto externos como los
internos más generales propios de la Filosofía.
Se ha considerado necesario un capítulo adicional para
estudiar el tema de algunos métodos especiales propios de la Filosofía Así, se tienen en cuenta el
método de los antecedentes, la fenomenología lingüística, la hermenéutica
analógica, la analogía y la definición, el método biográfico, el histórico y el
fenomenológico, la división, la síntesis y el método por autoridad, la teoría
de las descripciones y el método geométrico, el etimológico, el derivativo y el
método por oposición. Todos los métodos han sido ilustrados con pasajes de
obras filosóficas. De todo ello se ocupa el capítulo 2.
La tesis propiamente es estudiada en el capítulo 3. ¿Qué
requisitos formales debe exigir la institución académica?, preguntamos. A mi
entender, contesto, el título y el subtítulo, si fuera necesario; una
introducción; el cuerpo; el aparato referencial y crítico; los anexos. Minuciosamente
consideramos cada uno de estos elementos componentes de una tesis filosófica.
El capítulo 4 indaga en las distintas partes que, según el
autor, deben constituir el Anteproyecto de la tesis, documento exigido por las
instituciones académicas para avalar la investigación que el estudiante se
propone realizar. Las distintas partes de este documento: Introducción,
Problema, Estado de la cuestión, Justificación de la investigación, (Objetivos),
Metodología, Esquema tentativo de la tesis, Bibliografía inicial y Cronología
de realización se analizan detalladamente. Y todas ellas se aclaran con
fragmentos de tesis doctorales, de maestría
y de grado.
Antes de cerrar la obra, se expone una crítica acerca del
esquema tradicional que pide Conclusiones y Recomendaciones para cerrar una
tesis. En lugar de tal cierre, el autor
le hace algunas observaciones al tesista que deben ayudarle en su trabajo
obligatorio para la obtención del grado a que aspira.
Por último, en la bibliografía
mínima se tienen agrupadas tesis y anteproyectos, obras filosóficas
acreditadas y manuales que hemos tenido en cuenta para construir este libro.