miércoles, 26 de abril de 2023

La tesis filosófica de grado o postgrado (I)

 

Amigo lector, esta es una de ocho entradas que componen un libro.

En la VI encontrarás el índice.



Carlos H. Jorge

La tesis filosófica de grado o postgrado

(y de humanidades, en general)

 

In memoriam,

para Carmen y Pepe



PRÓLOGO

 

¿Por qué Carmen y Pepe?  Mis hermanos nunca necesitaron elaborar, presentar ni defender una tesis.  No tuvieron estudios de segundo, de tercer ni de cuarto nivel. No necesitaron más estudios que los que tuvieron… y no les fue mal en la vida. Pero si hubieran elegido una carrera humanística, como fue mi caso, de seguro agradecerían unas indicaciones que les ayudaran a elaborarla, guía ilustrada con muchos ejemplos tomados de filósofos y  tesistas.

Pero no sólo de indicaciones. Esta obra es un manual y… no tanto. Al lado de la guía que pretende ser, este libro es una expurgación crítica de manuales y de requisitos de algunas instituciones educativas. El lector debe entender que no le va a servir en aquellas situaciones en las que se le exija todo aquello que aquí se niega. El autor, en este caso, le recomienda los manuales ad usum y… ¡buena suerte!

¿Por qué un antimanual? Por varias experiencias. En primer lugar, por la experiencia de jurado del doctorado en Educación en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL), núcleo de Maracay, Venezuela. En varias ocasiones el autor comprobó cómo magníficos trabajos de investigación iban a ser leídos por no más de diez personas, cuando perfectamente hubieran sido publicables en México, Perú, Buenos Aires o Madrid… si hubieran sido presentados de otra manera. Generalmente los editores del mundo andan detrás de tesis doctorales por su originalidad y profundidad en la investigación del tema. Pero, en este caso, eso no sucede. Una tesis que siga el manual vigente en esa universidad de seguro será aprobada… por esa universidad, pero no tendrá más lectores que los estrictamente requeridos para evaluarla o por aquellos, de esa institución, que la tomarán de modelo… por obligación.

La segunda experiencia fue la habida en la Universidad Católica Santa Rosa (UCSAR) y tiene que ver con la carrera de Filosofía. De ahí el título de la obra: porque cubre una necesidad de esta universidad y porque, paralelamente, puede servir de guía para otras instituciones educativas. Durante varios años el autor advirtió que los alumnos de Filosofía terminaban el estudio de las materias de la carrera, pero en los actos de graduación no había licenciados en Filosofía. ¿A qué se debía el fenómeno? Fundamentalmente, por los requisitos exigidos para graduarse, esto es, el último: el trabajo de grado. Fue entonces cuando el Director de la Escuela Henry Leal me pidió abordar el asunto y preparar una conferencia, que dicté en la universidad el 24 de febrero de 2011 con el título de Modos de presentar una tesis filosófica y que el lector verá aquí y allá a lo largo de esta obra.

Posteriormente, a partir de la experiencia del dictado de la materia Seminario de Trabajo de Grado en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), Escuela de Filosofía y Maestría en Filosofía, y en la propia UCSAR, decidí comunicar mis investigaciones y reflexiones sobre el asunto, al igual que a Umberto Eco el conocimiento acumulado  en la elaboración de su tesis doctoral sobre Santo Tomás de Aquino le sirvió de motor para publicar su estupenda Cómo se hace una tesis.

         Esta obra busca abrir fuentes de productividad y  creatividad en los trabajos de grado en Filosofía. Espero que la UCSAR y otras instituciones  permitan y premien la investigación y la creación. Que hagan posible que cada alumno pueda elegir el modo de expresión que considere más pertinente. Si los filósofos de todas las épocas nunca tuvieron en cuenta los límites a la forma expresiva, ¿por qué habría de ponérselos a los que empiezan a filosofar? Platón inventó la prosa filosófica y Vico es modelo de la imaginación más desbordada. Y a nadie se le ocurre criticar su expresión.

Quedo en deuda de gratitud con Mónica Ayala, José Escalona, Yorbis Esparragoza,  Michel La Cruz, Alejandro Morón, María A. Ramírez, Guillermo D. Mosquera,  Ildemaro Pérez y J.J. Rosales por haberme permitido ilustrar la obra con la publicación de fragmentos de sus trabajos académicos.

 

San Bernardino, agosto de 2017

 


               INTRODUCCIÓN

 

Para comenzar por el comienzo, entendámonos sobre los términos. Por tesis de grado vamos a suponer un escrito de 80 a 150 páginas, si es pequeño, o de más de 300 si es de alguien que escribe primero y piensa después. Ese escrito suele ser exigido por algunas instituciones educativas para que su autor pueda solicitar un papel que lo acreditará como profesional competente en la materia sobre la que versa la tesis. Pero una tesis no es un escrito cualquiera. Como ninguno, posee una serie de características que lo distinguen a distancia de cualquier otro escrito.  Veamos.

Está, en primer lugar, atado a un sinfín de requisitos formales que le paran los pelos al más pintado. Entre otros, debe ser en papel blanco, tamaño carta. Todo el trabajo estará impreso con tinta negra en el mismo tipo de letra y tamaño, generalmente Arial o Times New Roman 12, excepto los gráficos y anexos, donde se puede utilizar otro tipo de letra y de otro tamaño. No se puede usar subrayado; en su lugar, se emplea letra cursiva o letras en negritas para resaltar los títulos y la información especial. Es requisito, también, el espaciado 1,5 de interlineado para a) separar las líneas de los párrafos; b) entre párrafos; c) después de los títulos de cada capítulo, y d) después de los subtítulos. Sin embargo, se usará interlineado sencillo para 1) el índice general y los índices de tablas y gráficos; 2) citas textuales mayores de 40 palabras; 3) títulos que ocupen más de una línea; 4) materiales de referencias (bibliografías); 5) el resumen o abstracto. El interlineado doble debe emplearse antes y después de los cuadros y gráficos. Para los títulos y subtítulos se utilizan niveles. Así, nivel 1: capítulos y títulos en mayúsculas, centrados con negritas; nivel 2: subtítulos en minúsculas, a la izquierda contra el margen y con negritas; nivel 3: subtítulos del nivel 2 con sangrías; nivel 4: subtítulos del nivel 3 sin negritas; igual para niveles subsiguientes. Los márgenes que se van a usar están sujetos a las siguientes medidas, desde el borde de la hoja: 1) lado superior: 4 cm; 2) lado inferior: 3 cm; 3) lado izquierdo: 4 cm; 4) lado derecho: 3 cm. El tamaño de las sangrías es de 5 espacios: a) en la primera línea de cada párrafo; b) en la primera línea de las citas textuales mayores de 40 palabras; c) en la primera línea del resumen. Deben comenzar en una nueva página: a) las partes principales; b) los capítulos; c) los anexos; d) las conclusiones y recomendaciones... 

(Permítame, lector, adoptar el papel de abogado del diablo y contra argumentar diciendo que ¡menos mal que existen esos requisitos, porque así pueden leerse los escritos académicos en castellano y no en algún  idioma muerto que se emplearía si no los hubiera¡).

Detengamos la retahíla de requisitos porque es larga la lista. Usted deberá consultarlos en su institución académica. Ha de tener en cuenta lo señalado por Raúl BIORD que decía que someterse a un trabajo de grado supone aprender reglas de juego y comportarse según ellas. Su obra nos recuerda una gran cantidad de constitutivas y otra gran cantidad de reglas regulativas. Volveremos más adelante sobre estas porque debemos ahora echarle una ojeada, así sea a vuelo de pájaro, a otra característica distintiva habitual de una tesis.

En efecto, otro autor recuerda que la tesis “se redacta de un modo impersonal o en tercera persona”. Carlos Sabino, gran entendedor de la materia, aborda el asunto cuando habla del sujeto gramatical y sugiere que “el tesista o investigador consulte al respecto con las normas formales de presentación que pueden existir en la institución ante la cual ha de discutir su trabajo”. El prudente consejo tiene que ver con el hecho de que si esa consulta no se hizo, el tesista puede encontrarse con “desagradables sorpresas posteriores”. No cabe duda de que esta es una de las características más antisocráticas que puede tener una tesis filosófica entre nosotros. No sólo reconoce que el sujeto que habla no tiene rostro sino que tampoco tiene importancia. Importa, solamente, el aspecto de la función que cumple.

Relacionada con este requisito –al menos en su espíritu castrador- está la obligación de no emplear un modo de expresión que haya sido propio de filósofos. Yo propongo - aunque no le aconsejo que me siga en esto el lector- un modo de expresión que sea acorde con el método más especial aplicado. La mayor parte de las tesis son recetas de cocina que incluyen una ilustración de un plato ya elaborado. Yo propongo volver a Platón. Aunque no compartan muchas de sus ideas, todos los lectores están de acuerdo con el profundo dramatismo de su expresión. Quiso ser autor dramático en su juventud. Ante los resultados adversos obtenidos, pensó cambiar de profesión. Pero encontró a Sócrates y no la cambió. Sólo cambió el mythos por el logos como objeto de sus obras, e incluso no completamente. Todos saben del uso impenitente de mitos para ilustrar el logos.

 Propongo, entonces, dramatizar las ideas problemáticas de la tesis. Algunos emplearán el diálogo como Platón, Cicerón, Berkeley o Hume, paro no citar sino a grandes; otros, la narración; los de más allá, la descripción. A Montesquieu le iba bien el estilo epistolar y a Montaigne, el ensayo. Alguien puede reservarse la intimidad del diario, imitando a Kierkegaard. No faltará quien prefiera el estilo aforístico como Nietzsche o el confesional de San Agustín y Rousseau, y, por qué no, el modo geométrico spinoziano, con definiciones, axiomas y teoremas, lemas y postulados, apéndices y corolarios, o la manera escolástica con sus innumerables distingos. No son malos modelos para seguir. Si algo es característico de la Filosofía es la variedad inmensa de modos de expresión. En todo caso, no debe castrarse la forma creadora que más se ajuste al hacer Filosofía de cada quien. Lo que importa es que sea Filosofía. Buena Filosofía... si es posible. También una tesis filosófica puede ser de buena Filosofía

Pregunta: ¿Cómo se hace una tesis? Respuesta: De eso no hay. Objeción: Pero, escritor, ¿cómo puede decir usted eso si yo he leído unos cuantos manuales con ese título? Aclaración: Es cierto, pero lo que afirmo también lo es. Me explico: como usted señala, se pueden conseguir en las librerías muchas obras que le aseguran a usted la elaboración y presentación de una tesis, pero, en realidad, no le echan el cuento completo. Seguramente usted aprenderá algunas cosas importantes en esas obras sobre una tesis, pero no aprenderá lo principal. Porque de eso no hay nada escrito (que este autor sepa). Más claro: una tesis es de Física, Química, Matemáticas, Sociología, Psicología, Ingeniería electrónica o de la computación, Educación o Filosofía. En otros términos, cada disciplina exige su tesis. No hay tesis en general sino en particular. Por eso este manual se va a ocupar de la tesis filosófica, a la vez que va a criticar esa manera de hacer tesis en general. Veamos lo que propone una institución educativa:

 

Esquema tentativo del Diseño del Proyecto de Trabajo de Grado

 

-        Portada de Identificación

-        Título tentativo

-        Índice General

-        Introducción

CAPÍTULO I: EL PROBLEMA

-        Descripción o planteamiento del problema

-        Formulación del problema

-        Objetivos generales

-        Objetivos específicos

-        Justificación de la investigación

-        Delimitación del Problema

-        Hipótesis (si procede)

CAPÍTULO II: EL MARCO TEÓRICO O REFERENCIAL

-        Antecedentes de la Investigación

-        Bases Teóricas

-        Definición de términos básicos

-        Sistema de Hipótesis (si procede)

-        Sistema de Variables

CAPÍTULO III: METODOLOGÍA

-        Descripción general del tipo de investigación que se va a realizar

-        Estrategia y planes de trabajo

-        Población o universo y muestra (si procede)

-        Los Instrumentos

-        Técnica de recolección de Datos

-        Técnica de Procesamiento y Análisis de los Datos

CAPÍTULO IV: ASPECTOS ADMINISTRATIVOS

-        Recursos Humanos, Materiales, Financieros

-        Tiempo

-        Cronograma de Actividades. Diagrama de Gantt

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

ANEXOS

 

Del Diseño de Proyecto y Trabajo de Grado, p. 5. UCSAR, tomado de la página en línea: escuelafilosofiaucsar.wordpress.com.

 

Según yo  veo el asunto de las tesis generales,  los autores de esas obras que se pueden adquirir en las librerías vienen de las ciencias sociales. Pero la Filosofía no es una ciencia social. Seguramente podríamos discutir durante muchas horas tratando de establecer la naturaleza de la Filosofía y, mucho más, cuando tratáramos de definirla. No es este el lugar ni el momento  de tal discusión.

El título de la obra: La tesis filosófica de grado o de postgrado (y de humanidades, en general) trata de lo que su título describe. Ni más ni menos. Pretende ser un manual, con los matices del caso, para elaborar un trabajo de grado o postgrado de Filosofía (y, por extensión, en la forma únicamente, de otras disciplinas humanísticas).

La obra consta de cuatro capítulos, una especie de epílogo y un anexo (pobre) bibliográfico por la sencilla razón de que el autor se ha basado en su propia experiencia y en sus reflexiones para elaborar la obra. En otros términos, este libro es muy personal y poco erudito.

El primer capítulo trata de la investigación, para los casos en los que el tesista haya decidido investigar. Si el camino para la elaboración y presentación de la tesis es otro, esta parte de la obra se puede dejar de lado. En este capítulo se aborda el asunto de la elección del tema, las fuentes primarias y secundarias, los instrumentos de la investigación y de los métodos, tanto externos  como los internos más generales propios de la Filosofía.

Se ha considerado necesario un capítulo adicional para estudiar el tema de algunos métodos especiales propios de la Filosofía Así, se tienen en cuenta el método de los antecedentes, la fenomenología lingüística, la hermenéutica analógica, la analogía y la definición, el método biográfico, el histórico y el fenomenológico, la división, la síntesis y el método por autoridad, la teoría de las descripciones y el método geométrico, el etimológico, el derivativo y el método por oposición. Todos los métodos han sido ilustrados con pasajes de obras filosóficas. De todo ello se ocupa el capítulo 2.

La tesis propiamente es estudiada en el capítulo 3. ¿Qué requisitos formales debe exigir la institución académica?, preguntamos. A mi entender, contesto, el título y el subtítulo, si fuera necesario; una introducción; el cuerpo; el aparato referencial y crítico; los anexos. Minuciosamente consideramos cada uno de estos elementos componentes de una tesis filosófica.

El capítulo 4 indaga en las distintas partes que, según el autor, deben constituir el Anteproyecto de la tesis, documento exigido por las instituciones académicas para avalar la investigación que el estudiante se propone realizar. Las distintas partes de este documento: Introducción, Problema, Estado de la cuestión, Justificación de la investigación, (Objetivos), Metodología, Esquema tentativo de la tesis, Bibliografía inicial y Cronología de realización se analizan detalladamente. Y todas ellas se aclaran con fragmentos de tesis doctorales,  de maestría y de grado.

Antes de cerrar la obra, se expone una crítica acerca del esquema tradicional que pide Conclusiones y Recomendaciones para cerrar una tesis. En lugar de tal cierre, el  autor le hace algunas observaciones al tesista que deben ayudarle en su trabajo obligatorio para la obtención del grado a que aspira.

Por último, en la bibliografía mínima se tienen agrupadas tesis y anteproyectos, obras filosóficas acreditadas y manuales que hemos tenido en cuenta para construir este libro.