jueves, 20 de noviembre de 2008

Madrigal

En música se entiende por madrigal una composición para varias voces sin acompañamiento. Consta de dos o tres estrofas de tres versos cada una, en las que se repite la melodía y un ritornello de distinto ritmo. En literatura, el madrigal es un poema breve, generalmente de tema amoroso, en que se combinan versos de siete y de once sílabas. Comenzó a emplearse en Italia en el siglo XIV y constituye una de las formas más características del Renacimiento

. El sevillano Gutierre de Cetina (1520-1557), introductor de esta forma poética en el castellano, nos ha dejado un famosísimo ejemplo, que un atribulado bardo venezolano ha vuelto a poner en vigor. Dicen los versos de marras: Ojos claros, serenos,/ si de un dulce mirar sois alabados,/¿por qué, si me miráis, miráis airados?/ Si cuando más piadosos, /más bellos parecéis a aquél que os mira,/ no me miréis con ira,/ porque no me parezcáis menos hermosos./ ¡Ay tormentos rabiosos!/ Ojos claros, serenos,/ ya que así me miráis, miradme al menos.

El poeta, oyendo, palpando, gustando, oliendo y, sobre todo, viendo que los ojos de su tormento se han volteado, que ni en un 60% puede confiar en ellos, que ya no lo miran como les ha suplicado, les ha compuesto un nuevo madrigal. El lector me dispensará que sólo recuerde el ritornello: Es un guion elaborado por "las transnacionales de la comunicación"; el señor Bush está detrás del desafecto; él envió a sus agentes de la CIA y del FBI para enemistarnos.

Y debió de ser así. El amado estuvo un mes en La Orchila relajándose y leyendo el regalo autografiado del libro Abril comienza en octubre. Claro que no todo fue amor sobre hojuelas: tenía que aprender lo relatado con énfasis en las páginas 20 y 138, "junto con un guión de declaraciones y de personas. Tenía que aprenderme nombres, fisonomía, características, lugares y fechas".

Los horrorosos hechos del exitoso abogado de 38 años, nacido en La vega y muerto en la calle Vargas de Los Chaguaramos a bordo de su camioneta cuando ésta estalla a las 9:45 de la noche del jueves 18 de noviembre de 2004, no importan mucho. Era fiscal IV de Ambiente con competencia nacional, pero curiosamente llevaba la mayor cantidad de casos penales que no tenían nada que ver con su competencia.

"Mártir de la democracia", tuvo honores como ningún otro personaje de la historia contemporánea del país: se le veló en capilla ardiente en el hemiciclo de la Asamblea Nacional; se le concedió post mortem la Orden del Libertador; el paso del cortejo fúnebre hasta el Cementerio del Este fue transmitido por cadena nacional.

Y a cuatro años de los hechos, más que un enigma, la muerte de Danilo Anderson es un síntoma. Y un madrigal.

carloshjorge@hotmail.com Publicado por Tal Cual, pág. 20, el jueves 20 de noviembre de 2008

Lector, si me dejas un Comentario, mejoro el blog. Doblemente agradecido.

1 comentario:

Marlon Mendez dijo...

lo felicito, lo acabo de leer en el Tal Cual y me gusto en demasia. Su humor es culto y fino, sumamente agradable.

Saludos desde Maracaibo, bastion del "No me da la gana"